FIXISMO Según este teoría, las especies de seres vivos, tanto vegetales como animales, son invariables o fijas. Los restos fósiles no deben interpretarse como «antecesores» de los seres vivos actuales, sino como especies desaparecidas. Las especies no mantienen entre sí nexos de parentesco o genealogía. El fixismo (o fijismo) fue la teoría dominante hasta la aparición del evolucionismo, en el siglo XIX. Dos concepciones del mundo sirvieron de fundamento al fixismo: el cristianismo y la filosofía griega. El cristianismo, o mejor la lectura literal del Génesis, al interpretar que en la Biblia parece afirmarse que los seres vivos habrían sido creadas por Dios desde el principio tal y como ahora son (teoría creacionista). Por su parte, en el mundo griego la idea de la evolución únicamente está presente y de forma muy rudimentaria en la filosofía del presocrático Anaximandro (s. V a. C.), pues la la filosofía griega, principalmente el pensamiento platónico y aristotélico, defendía una concepción de la realidad que creía imposible la modificación de las formas (esencias) de las cosas, trasladando esta concepción metafísica a la idea de la imposibilidad de los cambios y evolución de las especies. |
El fixismo ha tenido una importante repercusión en psicología porque favoreció la idea de la separación radical entre el ser humano y el resto de seres vivos, promoviendo una psicología del alma y dificultando el tratamiento científico (más exactamente, naturalista) del hombre, de su mente y de su comportamiento.