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Torre de Babel Ediciones

José Ortega y Gasset – El Deporte, un lujo vital – Tomás Bolaño

El DEPORTE, UN LUJO VITAL 

Profesor Tomás Bolaño

          A lo largo de los volúmenes de las obras completas del  filósofo español José Ortega y Gasset[1],  podemos hallar varias las alusiones al deporte, que nos convocan hacia un estudio más sistemático sobre su filosofía acerca de esta moderna lúdica competitiva.No obstante, en este artículo se destaca que el aspecto más relevante con el que su metafísica puede contribuir a la resignificación del deporte y a la construcción del sentido de filosofía contemporánea del mismo, se encuentra expuesta en las Lecciones V y VI de su curso publico Que es filosofía[2], dictado el 26 de abril de 1926  en la ciudad de Madrid.En dicho curso  presentó su idea de la filosofía como la ciencia de los deportistas, en cuanto que conserva del deporte el «buen humor y el riguroso cuidado”, descubre “el ser de las cosas” y ambas son  “…un ejercicio placentero y una ocupación aficionada…. Todas las grandes obras humanas tienen una dimensión deportiva y del deporte conserva el limpio humor y el rigoroso cuidado”[3]

         En virtud de ello, Ortega invita al espectador de la filosofía a acercarse mas a ella, no con la gravedad de dejarse convencer, sino con la seriedad de entrar a un «juego»[4]cumpliendo sus reglas. En este pensador, “la misión última del intelecto será siempre cazar la esencia, es decir, el modo único de ser de cada realidad”[5]

En ese curso, Ortega hace una distinción entre un cierto tipo de filosofía utilitarista, producto de la modernidad que busca estudiar “todo cuanto hay”, y propone superarla con la filosofía “irreductible a toda finalidad practica”. En este contexto categórico, es donde hace la distinción entre un hombre “biológico y utilitario” y el “hombre lujoso y deportivo”[6]

En el marco de referencia del deporte venatorio y su relación con el acto gratuito de la filosofía, Ortega compara el acto del pensamiento filosófico vital como “Cazar la fiera según vive en la selva” y el pensamiento utilitarista “….como el domador de circo que previamente la cloroformiza”[7]Citando una afirmación platónica:   «Sophists he episteme tón eleútheron», Ortega enfatiza que el acto teoretico[8]tiene un sentido lúdico, suscribe el sentido deportivo de la filosofía en cuanto que deporte y filosofía son ocupaciones felicitarias» pues el hombre las realiza  sin la intención de satisfacer necesidades materiales y con el propósito de obtener placer. A las otras ocupaciones que el hombre hace por necesidad, las denomina «ocupaciones forzosas«. Respecto del origen de ambas ocupaciones, Ortega cita a los etnógrafos de su época, quienes mostraron que el trabajo como faena diaria y forzosa fue inicialmente un oficio de la mujer como agricultora, recolectora y ceramista; mientras que el varón se ocupó de la aventura, la empresa, el “discontinuo esfuerzo deportivo” y la filosofía[9]. En este sentido, a la falta de curiosidad filosófica del hombre contemporáneo, Ortega sugiere“hacer de cada instante una vital intensidad posible”[10]

Respecto de la satisfacción de la «frivolidad» en la  filosofía, Ortega trae una anotación que aporta una valoración «vital»; tanto al acto filosófico, como a la práctica deportiva. Sostiene el filósofo, que dentro del hombre biológico y utilitario existe unhombre deportivo y lujoso[11]que hace  filosofía como parte del juego  ilusorio[12]; en este sentido, ubica a quienes piensan la filosofía, dentro del grupo de aquellas personas para quienes la cosa superflua es la cosa necesaria, el desinterés utilitario que subyace tanto en el deporte como en la filosofía son vistos por Ortega como un “don de generosidad que florece solo en las cimas de mayor altitud vital”[13]es por ello que recomienda “no tomar la vida muy en serio, sino con el temple del mismo espíritu que lleva a ejercitar un deporte y ocuparse de un juego”[14]

El juego enérgico y el deporte son entonces, esfuerzos opuestos al trabajo, sin imposición, espontáneos, lujosos, que se hacen por gusto de hacerlos; es desde allí, desde la jovialidad -es decir del ánimo de “Jove” el Júpiter olímpico- donde florece la cultura.[15]En consecuencia, la tarea de la filosofía consiste en “conservar siempre la atmósfera jovial y deportiva” para no convertirse en “pedantería.”[16] Haciendo gala de su conocimiento de el uso irónico que Platón hace con las palabras griegaspaideia , que traduce por “cultura”, y paidiaque la traduce por “juego”, “broma”, “jovialidad”, propone tanto al filósofo como al deportista, un “juego rigoroso”, puesto que es en el juego  en donde mas riguroso se muestra el ser humano.Para Ortega, “este jovial rigor intelectual” corresponde a la teoría, es decir: a la filosofía[17]y la filosofía  es el filosofar, y filosofar es vivir, y vivir es como “jugar al golf”, es un “modo de vida”. Ortega tenía la conciencia que estaba proponiendo una “nueva filosofía”, “una vita nuova”, una nueva ontología.[18]

La ontología ortegiana busca el conocimiento del vivir como SER[19]porque se entiende que vida es lo que somos, lo que hacemos,[20]lo que nos pasa,[21]de lo cual nos damos cuenta, esto es, “verse a si mismo”[22]y advertir lo que nos rodea. Todo esto lo resume con la expresión “vivir es encontrarse en un mundo”[23]

Conforme con lo planteado, Ortega y Gasset ve la vida como una “excursión vital” como un descenso al profundo ser de nuestra vida.”[24]De esta manera, vivir es decidir lo que vamos a ser, es futuro. La Vida es para Ortega la primera categoría de esta nueva vida, de esta nueva ontología. Reafirma así la expresión: “Filosofía es encontrarse ocupado con algo del mundo con una finalidad dentro de los límites y holgura de las circunstancias, el aquí y el ahora, el presente.”[25]

En un ensayo tituladoEl origen deportivo del Estado[26], sostiene que en tiempos de las hordas primitivas, los muchachos de varias hordas, conducidos por lo que el llamó el instinto de contemporaneidad» se asociaron con el fin de «raptar» o «cazar» a las muchachas de otras hordas, en este sentido, retomando el primer canto de la Iliada en el que la mujer se toma como “galardón” de los vencedores, atribuye a la mujer[27]no solo el privilegio de ser motivo de “premio” sino también de ser considerada –como lo dijera Stendhal– Juez de meritos[28]. Afirma Ortega,  que como consecuencia de esa empresa amorosa, se levantó una organización que requirió de una jerarquía de gobierno, ritos y fiestas;  produjo la exogamia, la guerra, la organización autoritaria, la disciplina de entrenamiento del asceta, la Ley, la asociación cultural, la fiesta de bailes enmascarados o Carnaval y la sociedad secreta. Concluye  el filósofo español, que todas estas expresiones juntas y diferenciadas dio origen a la «génesis irracional del Estado».

No ha sido el obrero, ni el intelectual, ni el sacerdote, propiamente dicho, ni el comerciante, quienes dieron origen al proceso político; ha sido la juventud masculina, interesada de feminidad y resuelto al combate, fue el amante, el guerrero y el deportista»[29]

El juego vigoroso y el deporte son por consiguiente, el resultado de la decisión que el ser humano toma para «llenar » de sentido existencial su vida, que le ha sido «penosamente» arrojada  vacía al mundo. El juego vigoroso y el deporte son por consiguiente, ocupaciones a la que los  humanos se dedican,  cuando se comprenden situados de manera vacía en un mundo penosamente difícil; es en ese instante cuando el ser humano toma la decisión de ocuparse en algo que le llene de sentido vital a su existencia. Basta con recordar como lo hace nuestro filósofo, que en el marco en que se desarrolla el amor cortés, a principio de la primera edad media, uno de los anticipos de ese amor fue la soledad y la lejanía del varón con respecto a la sociedad y así de la mujer; pues bien, el oficio –dice Ortega– a que el varón se dedicó para evadir la soledad, entre las borracheras y la gran manducación, fue el deporte venatorio[30]

Su visión  euro céntrica, en relación con un nuevo fenómeno (el “fenómeno deportivo” que floreció al principio del siglo XX en España) lo expresa de la siguiente manera:

 Europa entra en una fase de puerilidad… la gravedad ha naufragado,  el «culto del cuerpo» se intensifica y los valores de juventud triunfan sobre los de la senectud”[31]

A pesar de lo anterior, define el deporte como:

la conducta que el Hombre normalmente adopta durante los momentos breves en qué la penosidad  y las urgencias de la vida, le han dejado  de oprimir, y se dedica  al entretenimiento, a un juego en el que juega aplicando al resto de vida, es decir, a lo serio y  doloroso de la vida.»[32]

En esta declaración, Ortega establece  relación entre su visión «circunstancial» de la vida humana con la ocupación deportiva, que aunque «pueril», «lujosa», «perturbadora» y «escapista», puede aplicarse a los contenidos de lucha con las situaciones difíciles de vida en la que el ser humano se encuentra enfrentado. El deporte es entonces una paradoja existencial dónde los humanos, por un lado nos apartamos de aquellos momentos penosos de la vida y por otra, buscamos  resolver de manera lúdica tales «circunstancias», llevando simultáneamente al juego, como contenido de ellos, los forcejeos frente a la vida. Por esa razón le da al deporte la categoría de «lujo» vital[33] La lujosa práctica deportiva, asumida por el prototipo inglés del  «Gentleman», es entendida por Ortega, como un ideal posible de deportividad, que se puede proponer a los países pobres de nuestro planeta.

Cuándo los humanos adquieren una imagen más completa de las circunstancias de la vida real, tanto en la seguridad vital como la tranquilidad espiritual; entonces puede darse  la libre adhesión al juego de una manera gratuita, es decir al «Fair play”, cuyas consecuencias éticas las resume así:

1. Jugar limpio es tanto como impedir que el juego se contamine de factores extrínsecos a su origen.

2. Jugar Justo simplemente se orienta a que el  jugador defiende sus derechos y respeta aquellos de los otros (los deberes).

3. Jugar en verdad se logra cuando el jugador no miente.

4. Jugar es auténtico, porque jugador no falsifica el juego.

5. jugar es gratuito con tal de que jugadores no busquen ningún otro propósito utilitario más que ganar en el juego[34].

Su obra relacionada con el deporte, que mas se conoce, es la que hace referencia a la cacería y a las corridas de toros, titulada,  «La caza y los toros[35], en  ella hace una disertación sobre la  practica de la caza deportiva y el oficio de la caza útil, en ambas hace una relación de su carácter zoológico y les exalta su sentido ético y antropológico, siempre en la misma perspectiva del deporte como un lujo vital.

De acuerdo con  las  tendencias del deporte contemporáneo, en que algunas practicas deportivas se encuentran opuestas y otras se hallan en paralelo con la industrialización  masiva del espectáculo deportivo; las reflexiones filosóficas sobre el deporte puede encontrar en el «perspectivismo» de Ortega y Gasset una categoría extendida del deporte, relacionada con la vida, la existencia y el acto metafísico de la filosofía. Este filósofo, contribuye con la contemporánea filosofía del deporte, en tanto que construye un concepto del deporte como una ocupación que llena de sentido la vida humana.

La tarea actual de filósofo que se especializa en pensar sobre el deporte, es la de discernir cual es el modelo deportivo que llena de sentido esta existencia, y reflexionar sobre que es lo que en el contexto deportivo se entendería por «sentido de la vida».

De cualquier manera, el deporte industrial contemporáneo, es un aspecto de la cultura consumista que cobra mucha importancia para la filosofía del deporte, debido a  las razones de tipo éticas, en temas que guardan relación con el medio ambiente, el medio social, y el uso cuerpo humano; en otras palabras de la bioética del deporte.

La filosofía y teología de deporte, puede encontrar en Ortega y Gasset una justificación para esta práctica humana, y al mismo tiempo, algunos acercamientos éticos que serían importantes discutirlos con la intención de resignificar el deporte heredado del paradigma industrial inglés,  y construir un nuevo tipo de lúdica competencial que se oriente hacia valores o contenidos culturales de tipo recreativo, saludables, cooperativos, espirituales, ecológicos, emancipatorios y autónomos, que en verdad permitan la reconstrucción del tejido social de nuestros pueblos de economía descalza.

Prof. Tomás Bolaño

Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid.

Medellín – Colombia

trosime@epm.net.co


[1]Véase en sus obras completas :  «Revés de almanaque» Volumen II p 719 – 742;  «El tema de nuestro tiempo» Volumen III  capítulos VIII (Valores vitales), IX (Nuevos síntomas),  y el  X (La doctrina del punto de vista) p 187 – 203; «Conversación en el «golf» o la idea del «dharma» Volumen II p 403- 409; «El deporte de los ideales»  En  “El Espectador” – V, Volumen II p 434 – 439. «Conversación en el «golf» o la idea del «dharma» Volumen II p 403- 409.

[2]Ortega y Gasset.¿Qué es filosofía?. México: Editorial Porrúa. 1998.   “What is Philosophy? “: W. W. Norton & Company. 1976.

[3]Ortega y Gasset¿Qué es filosofía. México: Editorial Porrúa. 1998. P 51

[4]Sería una contribución interesante profundizar sobre el sentido lúdico de la vida en su obra, a partir del estudio de Nelson R. Orringer. «Sport and Festival: A Study of Ludic Poetry in Ortega y Gasset, by Nelson R. Orringer. Ph. D. Dissertation. Providence, Rhode Island: Brown University, 1969. 262 p

[5]Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor. Madrid: Espasa, 1973. p 56. Esta obra fue publicada en 1925, véase sus obras completas.

[6]Ortega y Gasset. ¿Que es filosofía? México: Editorial Porrúa. 1998.  p 36.

[7]IBIDEM

[8]Véase “Ortega y Gasset’s Sportive Vision of Plato”, by Nelson R. Orringer. Modern Language Notes (Baltimore, Maryland), Volume 88 (March 1973), pp. 264-280.

[9]1927, 1997 p 172.

[10]Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor. Madrid. 1973. p 59

[11]Ortega y Gasset. ¿Qué es filosofía? Lección IV.  Op cit. p 36.

[12]  En español la palabra «lujo» proviene del Latín «luxere» que significa ilusión, de donde Roger Callois tomó para distinguir entre otros juegos el juego de ilusión y fantasía

[13]Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor. Madrid. 1973. p 59

[14]Ortega y Gasset. ¿Qué es filosofía?. México: Editorial Porrúa. 1998. p 53

[15]IDEM. P 54

[16]IDEM. P 81

[17]IDEM. P 54

[18]IDEM. P.94

[19]IDEM. P 94.

[20]IBIDEM

[21]IDEM P 99

[22]IDEM. P 100

[23]Ortega tenía “prioridad cronológica” para expresar su ontología con respecto a su contemporáneo Martin Haidegger.

[24]Ortega y Gasset.  ¿Qué es filosofía? Lección IV.  Op cit. P 103. Estas afirmaciones las repite en “Unas lecciones de metafísica” dadas en 1932. Véase “Unas lecciones de metafísica. México: Editorial Porrúa. 1998 p 136 – 139.

[25]Ortega y Gasset. ¿Qué es filosofía?. Lección IV. Op cit. P 109. Entre las distintas ocupaciones que cita, nombra la de “hacer footing”. Véase también la pagina 111.

[26]Ortega y Gasset. J. “El origen deportivo del Estado”. En. Obras Completas. Volumen II. Madrid: Revista de occidente. 1996. P. 607 – 624.

[27]En su “Estudio sobre el amor”, obra que ya se ha citado anteriormente, escribe una analogía entre el amor a la ciencia, el amor a tierra y el amor a la mujer: “Ahora puede parecer admisible que el “amor a la ciencia” y el “amor a la mujer” tengan un ingrediente común. Esta actividad sentimental, ese calido y afirmativo interés nuestro en otro ser por el mismo, puede indiferentemente dirigirse a una persona femenina, a un trozo de tierra (patria), a una clase de ejercicio humano: el deporte, la ciencia, etc. Y debería añadirse que, en definitiva, todo lo que no es pura actividad sentimental, todo lo que es difirente de ese “amor a la ciencia” y el “amor a la mujer”, no es propiamente amor”. Cfr. Estudios sobre el amor. Madrid: 1997. 99

[28]Ortega y Gasset. Estudios sobre el amor. Madrid. 1973. p 25.

[29] IDEM.  p 619.

[30]Véase el Artículo II “Nota sobre el amor cortés” publicado por “El Sol” el 29 de Julio de 1926.

[31]Ortega y Gasset. La intrascendencia del arte. In: “Obras completas”. Volumen III. Madrid: Revista de occidente. 1966. P 384

[32]Ortega y Gasset.  “El tipo “gentleman. – Sus exigencias técnicas. El “Gentleman” y el “Hidalgo”. In. Obras completas. Volumen V. Madrid: Revista de occidente. 1996. p 351

[33] IBIDEM

[34]  IDEM, p 352- 354.

[35]Ortega y Gasset. “La caza y los toros”. In. Obras completas,  Volumen IX, Madrid: Revista de Occidente, 1996. pp 351 ss.   Meditations on Hunting ; Wilderness Adventures Press- 1996

©Tomás Bolaño

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