RetribuciónEs la cantidad de riqueza que se obtiene en virtud de un esfuerzo productivo. La retribución, como precio que es del capital y el trabajo dedicados a la industria, se componen del valor necesario para indemnizar los gastos hechos en la producción por cada uno de esos elementos, y de un sobrante que constituye su beneficio. En este exceso del valor creado sobre aquél que se destruye es en lo que consiste la verdadera retribución; así es que su importancia se mide por la del beneficio que contiene.
Las retribuciones aumentan cuando crece el valor del producto o disminuyen sus gastos, porque éstas son las únicas causas que elevan la cantidad destinada al beneficio. De aquí que, siendo común el fondo que se reparte entre el capital y el trabajo, sigan la misma suerte sus retribuciones, y suban a la par, y a la par bajen. El trabajo y el capital son solidarios, porque cada uno ha de partir con el otro el resultado de los esfuerzos que hacen juntos; los progresos que el trabajo realiza, aumentando el beneficio de las industrias, aprovechan al capitalista, y todas las ventajas que consigue el capital llegan al trabajador de igual manera. Las retribuciones se perciben bajo dos formas que corresponden a las dos clases de asociación productiva; la empresa y la sociedad: en la primera, el trabajo y el capital no aguardan el resultado de la industria, ni se exponen a sus riegos, que el empresario toma sobre sí; la retribución es anticipada y asegurada; por eso se llama fija: en la sociedad, trabajadores y capitalistas esperan a que se obtenga el producto, y han de sufrir los accidentes de ganancia o pérdida que éste represente: su retribución es entonces incierta en cuanto al tiempo, y variable por razón del beneficio, y se denomina eventual. La retribución fija del trabajo se llama salario; la del capital, interés; la eventual de uno y otro, dividendo La retribución eventual es mayor que la fija, porque en ésta hay que deducir el interés del anticipo y la prima del seguro que hace el empresario, más con el beneficio que a él le corresponde. El dividendo es también superior a la retribución fija en el sentido de que, obrando el productor por su cuenta, tiene más interés y trabaja mejor en la sociedad que bajo la dependencia de un empresario. A pesar de esto, los capitalistas y trabajadores no se hallan siempre en condiciones de preferir el dividendo al interés y el salario; para que puedan optar a la sociedad es necesario que dispongan de recursos con que esperar el término de las operaciones productivas, y resistir las pérdidas a que se exponen. La combinación de las dos formas de retribución concilia las ventajas de ambas: el trabajo y el capital, según este sistema mixto, perciben una retribución fija algo menor de la que les corresponde, y el resto se compensa con la participación en los beneficios de la industria a que contribuyen. Este procedimiento, ensayado con mucho éxito en las grandes explotaciones, sobre todo respecto del trabajo, está llamado a generalizarse y a producir muchas ventajas, porque haciendo a los trabajadores socios del empresario mejora la producción y hace más equitativa la distribución de la riqueza. Los principios que dejamos indicados determinan las leyes de la retribución natural; pero las retribuciones corrientes, las que de hecho se perciben en el mercado, se fijan por la acción de la oferta y la demanda y según el uso que se haga de ésta, o no proporcionadas a los esfuerzos, equitativas y armónicas para el trabajo y el capital, o injustas y señaladas arbitrariamente por el interés del elemento que abuse de su predominio. |
Vocabulario de la Economía – Nomenclatura y principales conceptos de economía (editado: 5-11-2007) RETRIBUCIÓN |