Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano Selección de artículos de una de las más importantes y clásicas Enciclopedias en lengua española
Mitología griega e historia de los grandes hombres de Grecia Sencilla exposición de la mitología griega, historia de los héroes, semidioses y hombres célebres griegos. Por Fernán Caballero.
Edición digital de la Historia de la Filosofía de Jaime Balmes
Explicación de la filosofía de los principales pensadores, resúmenes, ejercicios..
Breve definición de los términos y conceptos filosóficos más importantes
Vidas y referencias biográficas de los filósofos y pensadores
Índices y sumarios de las obras clásicas del pensamiento
Directorio y breve descripción de revistas de filosofía en español editadas en la red
Foro telemático dedicado a José Ortega y Gasset
Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)
Explicación de los principales conceptos, tesis y escuelas en el área de la Psicología
Manual del filósofo y psicólogo español J. Vicente Viqueira
Principales conceptos de esa ciencia. Por el catedrático de economía José Manuel Piernas Hurtado
Legislación educativa y cultural
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LiteratosLa palabra española «literatos» corresponde a la palabra francesa gens de lettres, como ésta corresponde a la palabra gramáticos, que usaban los griegos y los romanos. Los griegos y los romanos incluían en esta denominación, no sólo a los que estaban versados en la gramática, que es la base de todos los conocimientos, sino a los que conocían la geometría, la filosofía, la historia, la poesía y la elocuencia. No merece este calificativo el que teniendo escasos conocimientos se dedica a un solo género; el que no habiendo leído mas que novelas, sólo novelas escribe; el que sin conocer bien la literatura, por casualidad haya escrito una novela o un drama; el que, desprovisto de ciencia, haya pronunciado algunos sermones, no debe ser incluido entre los literatos. Este título es más extenso en nuestros días que lo era la palabra «gramático» para los griegos y los latinos. Los griegos se contentaban con saber su lengua; los romanos no aprendían mas que el griego; pero el literato, en la actualidad, necesita saber tres o cuatro idiomas. El estudio de la historia es mucho más extenso que lo era para los antiguos, y el de la historia natural ha crecido a medida que han ido aumentando los pueblos. No se exige al literato que profundice todas estas materias, porque la ciencia universal no está al alcance del hombre; pero los verdaderos literatos poseen diferentes terrenos, aunque no pueden cultivarlos todos. En el siglo XVI, y casi hasta la mitad del XVII, los literatos consumían mucho tiempo ocupándose en la crítica gramatical de los autores griegos y latinos, y debemos a sus trabajos los diccionarios, las ediciones correctas, los comentarios de las obras magistrales de la antigüedad. Ahora esta crítica es menos necesaria y ha sucedido a ella el espíritu filosófico, que es el que parece que constituye el carácter de los literatos. La ventaja que lleva el siglo XVIII a los tiempos pasados consiste en que hay bastante número de hombres instruidos que pueden pasar desde las espinas de las matemáticas hasta las flores de la poesía, y son capaces de juzgar acertadamente lo mismo un libro de metafísica que una obra de teatro. El espíritu de dicho siglo hace que la mayor parte de ellos sobresalgan lo mismo en el trato social que escribiendo en su gabinete, y en esto son superiores a los literatos de los siglos precedentes. Los literatos, ordinariamente, son más independientes que los demás hombres, y los que nacieron pobres encuentran con facilidad, en las fundaciones que dejó Luis XIV, los medios para asegurar su independencia. No se escriben ya, como antiguamente, las epístolas dedicatorias que el interés y la bajeza ofrecían a la vanidad. Hay muchos literatos que no son autores, y probablemente serán los más felices, porque están libres de los disgustos que la profesión ocasiona algunas veces, de las cuestiones y de las rencillas que la rivalidad promueve, de las animosidades de partido y de ser mal juzgados. |
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